La mar y el mar no tienen problema alguno sobre sus funciones. Son exactamente iguales, aunque poéticamente sea más utilizado el femenino. Pero viendo las claras diferencias de derechos y obligaciones entre hombres y mujeres, decidieron hablar con Neptuno antes de que iniciara su fiesta estival.
El dios comprendió el dilema y convocó a su primo Poseidón, y a todas las criaturas marinas. Pasaron tres días con sus correspondientes noches sin llegar a un acuerdo: los cetáceos necesitaban subir a la superficie cada veinte minutos, los tiburones no querían cooperar por los malditos plásticos que se les atravesaban en los dientes. Para colmo, tritones, sin muchas luces, se fundían con el coqueteo de las sirenas tratando de montar caballitos.
Cuando parecía que el mar de dudas los haría desistir, llegó la jefa de las sardinas junto al jefe de boquerones. Ella gritó: “¡Necesitamos un mar rosa!”. Todos rieron. Después recapacitaron y dieron por buena la idea. Los calamares facilitarían tinta de sobra para las pancartas.
—¡Asunto solucionado! —exclamó Neptuno.
—No, no me refiero a una muestra tan precaria. Debemos hacer algo que nadie pueda olvidar, ¡qué haga bailar las pupilas humanas! —dijo con énfasis— Y vosotros dos, como dioses, podéis solicitarle al cielo ese color que muestra en los atardeceres de febrero.
El cielo accedió complacido y en pocos minutos el mar rosa apareció. Ahora, cualquier persona que esté en un lugar donde pueda divisarlo, tendrá presente la reivindicación de las mujeres por conseguir la igualdad real con los hombres: derechos y obligaciones en todos los ámbitos.
En este embrollo, los barcos aterrorizados se escondieron en diques y ensenadas. Solo quedó este valiente de la imagen que cuando bordea la costa, los edificios, escolleras y hasta faros en las antípodas aplauden su decisión. Los acantilados sonríen, los árboles se inclinan y la brisa lo acaricia. Ha roto con el pasado y se siente parte de esta revolución, aunque, a veces, el horizonte se muestre cuesta arriba. Pero tendrá las máquinas activas hasta el último aliento, demostrando a sus congéneres que salir de puerto no conlleva peligro alguno.
Día Internacional de la mujer 8/03/ 2019
© Pilar Cárdenes
Hola Pilar. Para mí, desde que era un comino y en mi casa, siempre hemos dicho: la mar...
ResponderEliminarMuy interesante la entrada. Gracias, guapetona.
Un abrazo.
En la mía siempre se usó el masculino. Por suerte es mi primera visión cuando abro la ventana por la mañana.
EliminarAbrazo
Me gusta mucho esta entrada,reivindicativa del género!
ResponderEliminarUn placer leerte!
Muchas gracias, Lunaroja.
EliminarMe gustaría entrar a tu blog, pero una vez acepto se me bloquea el ordenador.
Un buen aporte al dia 8 de marzo, el mar o la mar, los utilizo indistintamente. Abrazos
ResponderEliminarLa mar de divertido o me cachis en la mar salá, son algunos ejemplos de cuando uso el femenino.
EliminarUna analogía escrita con mucha pericia para este asunto que tanta tinta gasta, y que a estas alturas ya no tendría ni que nombrarse, solamente la palabra y los hechos: "igualdad".
ResponderEliminarMe ha encantado esta reivindicación tan elegante en forma de cuento.
Un placer la lectura Pilar.
Un abrazo.
Elda, estoy contigo que no tendría ni que nombrarse, pero la realidad es la que es y, desgraciadamente, cada día se hace referencia al internacional que toque en el calendario. ¡El año se queda corto!
EliminarMuchas gracias y un abrazo
Cruzando el charco decimos "el mar" que, sin embargo está hecho de agua, que es femenina solo en plural... ¡qué lindo embrollo!
ResponderEliminarUn mar rosa es bello, como tu texto, Pilar.
Besos.
Para nosotros, cruzar el charco volar al continente americano o a la península.
EliminarMuchas gracias, Mirella.
Besos
el agua tiene una razón no puedes unir dos a
EliminarLa Agua suena mal de cualquier charco jajajaj
Genial Pilar, rescato un fragmento de texto que es fundamental: "El cielo accedió complacido y en pocos minutos el mar rosa apareció. Ahora, cualquier persona que esté en un lugar donde pueda divisarlo, tendrá presente la reivindicación de las mujeres por conseguir la igualdad real con los hombres: derechos y obligaciones en todos los ámbitos".
ResponderEliminarLa mar, y el mar unidos, el hombre y la mujer también.
Un fuerte abrazo.
Me encanta que hayas resaltado ese fragmento, Miguel.
EliminarMuchas gracias.
Un abrazote para ti también.
Me encantó el embrollo!!
ResponderEliminarBesos =)))
Y yo encantada de que te gustara :-))
EliminarTienes razón. Veo como el faro aplaude y oigo a las escolleras lanzar cánticos de alegría. Se avecinan buenos tiempos.
ResponderEliminarUn beso.
Ana María, me chifla que lo veas! Sin duda, lo mejor está por llegar.
EliminarBesos y feliz semana
Para nosotros de lengua portugesamar es masculino...
ResponderEliminarPara mi, la mar... mar es el alma femenina en estado líquido!!!
Qué bonito! :)
EliminarEn tiempo.... yá sigote!!
ResponderEliminarGracias por tu visita y tu recuerdo a mi persona ...tu nombre me suena mucho y al momento de leer no me fue desconocido...gracias ya sabes donde me tienes con mis poemas al amor ,lo mas rico y bello que vivimos "El amor"
ResponderEliminarBesos con cariño para ti amiga.
Marina
Sí, el amor es importante...
EliminarBesos, Maina
para mi es La Radio
ResponderEliminarel computador la Tele
el mar es fuerte y masculino
abrazos
Ni te cuento la marejada!
EliminarA pesar de todos los golpes de la vida regresar para leerte y seguirte le pone grandes matices a mis días.
ResponderEliminarLa mar es maravillosa ahí siempre dejo mis mejores letras.
Te quiero y te abrazo!
Y yo que por este blog apenas vengo, me había perdido tan cariñoso comentario.
EliminarQuerida Vane, espero y deseo que todo haya mejorado desde que dejaste el comentario.
Un abrazote bien grande! 😘😘