Hace cinco años dejó de hablar cuando le sentó mal la comida; o eso creyeron todos. Empezó a tener hipo, y pensó que tenía hipo porque hablaba demasiado. Y se dio cuenta que entre menos hablaba menos hipo tenía. Y optó por callar, y el hipo no le abandonó; la gente sí. Y el peso de la soledad le indujo a escribir la historia de un hombre que padecía ataques de hipo. Pero un día, el personaje le suplicó la muerte a dejarse pisotear por quienes carecían de empatía. Y él, que conocía el sufrimiento, lo dejó sin hipo en una página medio escrita. Y así descansó, horas antes de que los vecinos se dieran golpes de pecho al ver, en la sección de necrológicas del periódico de hoy, la esquela de media página con una sola palabra: Hipólito.
© Oteaba Auer
Mi querida amiga Oteaba Auer no dudó un momento en permitirme publicar su texto e imagen en este espacio. Pronto hará siete años que lo escribió, pero desgraciadamente cada vez son más personas de cualquier edad…
¡Hola Pilar, cuanto tiempo! me ha encantado el texto es muy original con un contenido triste y cierto en tantos casos. Cada vez hay menos empatía con las personas que tienen cualquier síntoma o defecto, nos mantenemos embutidos en si mismo sin ver los problemas de los demás.
ResponderEliminarEncantada de saludarte Pilar, te mando un fuerte abrazo y otro para tu amiga que escribió un relato tan bonito.
Que pases una hermosa Navidad.
EliminarHola Elda! Sí, un año por lo menos que no vengo por este blog solitario y para colmo con un relato de otra persona!! Casualmente ambas cincidimos en las poquitas ganas de publicar cosillas. Pero con la que está cayendo, comentamos la posibilidad de rescatar este relato en el olvido. En fin, me alegra muchísimo tu comentario y se lo diré a Ote.
Un fuerte abrazo para ti también y que pases unas fiestas con salud..., lo demás por añadidura .
Hola, Pilar.
ResponderEliminarRealmente vivimos en un mundo ciego y sin empatía por mucho que se acerque la Navidad. Casos como el que comentas o el de la actriz Verónica Forqué nos debería poner a reflexionar sobre como está el mundo y como el humanismo parece estar en retroceso. Espero que el año que viene escribas más a menudo y hagamos entre todos un 2022 mejor para el mundo.
Un cariñoso abrazo.
Hola Miguel! Precisamente el drama de Verónica Forqué fue lo que activó el recuerdo de este relato que leí hace mucho tiempo. Mis mejores deseos en estas fechas, y que el 2022 la empatía impere en todos y cada uno de los seres humanos.
EliminarOtro abrazo enorme para ti.
ls soledad es perlada frescura llena de diamantes en donde los que dejaron de ayudarte ellos te dan la luz para ver , Hipolito mantenia su secreto para si y no dudo en manifestarselo a la muerte pues es en suma la recta final que nos une a todos ,callar es una buena opción para oirse los latidos del corazón el alma con la razón ...Pilar desde mis Horas Rotas te agradezco hayas compartido tan exquisito texto pleno de esencia y amor.feliz fin de semana. jr.
ResponderEliminarBienvenido José Ramón. Estoy de acuerdo en que el silencio es quizás la mejor de la opciones en determinadas circunstancias.
ResponderEliminarMuchas gracias por tu comentario.
Saludos