4 ene 2018

UN REGALO FUGAZ

Hasta ese momento evitó cualquier referencia a su situación. Pero una sensación que no lograba definir empezó a difuminar el tiempo embalado de cualquier sueño que le removiera las emociones. Y sin más dilaciones, desprecintó la memoria para buscar la ilusión extirpada de cuajo cuando se abrió la puerta de la adversidad. Y hoy, antes de que la vida se le durmiera, despertó en la belleza que le rodeaba. Editó la realidad para archivar miedos, redactó el presente imprimiéndole personalidad, e inició el envío de su propio regalo, temeroso de que alguna herramienta de la siguiente década pueda arrastrarlo a la papelera.

© Pilar Cárdenes