10 mar 2017

UNIDOS POR LA LECTURA

En el edificio solo quedaban dos vecinos: Manuel, un hombre melancólico que escribía sobre su soledad, y Gilberto. Berto, para los amigos, tenía una personalidad extremadamente positiva que lo convertía en un ser arrogante e insensible. Sin embargo, en el bar ubicado bajo sus casas, lograron una cierta amistad al darse  la feliz coincidencia de que ambos eran lectores empedernidos.
Al principio disfrutaron de sus conversaciones sobre novelas interminables que leían a la misma vez, novelas de personajes tórridos en tramas farragosas. Pero, con el tiempo, se desdibujó la línea de la realidad, y la ficción empezó a acompañarles como sus propias sombras, lo que les provocó una mutua desconfianza. Pasaban noches horribles viviendo tan cerca el uno del otro, sintiendo la presencia invisible que espiaba, a saber con que fin; acabaron por dejar de verse
Meses más tarde, el melancólico se esforzó en el sencillo acto de volver al bar, y lo consiguió. Berto estaba en una mesa del exterior bebiendo un cubata y con la indiferencia propia de quienes han perdido la confianza en algo sin saber lo que es, mientras el limpiabotas dejaba sus zapatos como espejos. 
Actualmente, Manuel y Gilberto,  si se cruzan en la escalera, en el bar o en la calle, no se saludan. Los dos han recibido la orden de desahucio por demolición del edificio y, con idéntico gesto socarrón, las han tirado a la basura, convencidos de que son artimañas del vecino.

1703101097960
© Todos los derechos reservados
Pilar Cárdenes

53 comentarios:

  1. Vaya tipos esos del relato...quien mal anda mal acaba ...estos tenían mal el panorama para que brillara .
    bueno amiga ...gracias por tu visita y tu comentario ...un placer .buenas noches y besitos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es verdad, Marina, ni recordaba el refrán.
      Muchas geacias.
      Besos

      Eliminar
  2. Unidos hasta el final, hasta la lectura de la carta de desahucio. Un relato de soledades. Abrazos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Sí, Algunas soledades transcurren por caminos inimaginables.
      Muchas gracias.
      Un abrazo, Ester

      Eliminar
  3. Unidos por la lectura, el edificio y, no podía ser otra cosa que la LOCURA! =)))

    Bien, me encantó Pilar.

    Besos :D

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Mírala a ella, lo que le va un desvarío. :-)
      Muchas gracias, Liliana.
      Besos

      Eliminar
  4. me da placer leer tus maravillosos encuentros con tus letras

    ResponderEliminar
  5. Muy bueno Pilar.
    Hay que ver hasta que punto puede llegar la desconfianza entre dos personas, y encima sin causa aparente, para creer que cada cual está fastidiando al otro.
    Un abrazo y buen fin de semana.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Así es, Elda, la mente juega malas pasadas.
      Me alegra que te gustara.
      Un abrazo para ti tambièn, y buena semana

      Eliminar
  6. Una muy buena entrada que me deja pensativa. Reflejan una determinada forma de convivencia nada rara en nuestra sociedad.
    Buen finde y un abrazón.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola, Mari Carmen, qué bueno dejarte pensansando.
      Muchas geacias.
      Un abrazo.

      Eliminar
  7. Hola Pilar, que bien has lidiado con los recelos de las dudas internas...
    Gracias por plasmarlo d euna forma tan sutíl..
    Pasa buen día, besos admitidos..

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias a ti, Din Vito, por el feneroso conentario.
      Feliz finde y besos, claro que sì

      Eliminar
  8. Dos personajes muy distintos, cuyas diferencias afloran en cuanto se pierden en las tramas de las lecturas que comparten y que los acercara al principio.
    Tal es la confusión, que se han ubicado fuera de la realidad y en el mutuo encono.
    Muy bien relatado, Pilar.
    Besos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pues sí, Mirella, eso parece.
      Muchas gracias por tu calificación y comentar.
      Besos

      Eliminar
  9. Malo cuando la realidad se mezcla con la ficción fe tal manera que,se pierde el norte.


    Gracias mil, Pilar por haberme llegado hasta mi casa, bienvenida siempre que lo desees. Ya he enlazado tu blog, para quedo te me pierdas y poder venir a leerte.

    Un abrazo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola, Myriam, bienvenida y muchas gracias.. En los tiempos que corren, me parece que hay muchaos más de lo que pesanos sin un norte definido.
      Seguimos leyéndonos.
      Un abrazo.

      Eliminar
    2. Si, Pilar, por estos hemisferios al otro lado del Medierráneo, a 5 hs de Madrid en avión, en Tel Aviv; así que feliz primavera para ambas!

      Besos

      Eliminar
    3. Estuve en Israel, aunque no conocí Tel Aviv. También estoy en este hemisferio, pero en el Atlántico, a dos horas y media de Madrid. Feliz primavera.
      Besos

      Eliminar
    4. ¡Jajaja de esas Islas, conozco Tenerife y Gran Canaria! ¡Preciosas! ¡Besos! y me alegra que te haya divertido mi relato.

      Eliminar
  10. Unidos por la lectura, desunidos por la desconfianza que provoca un medio urbano hostil cuyo fatal desenlace es el desahucio.
    Me gusta tu relato.
    Te invito a que pases por nuestra charca donde cohabitamos sabandijas y gusarapos que compartimos nuestra afición a escribir y al chapoteo:
    http://lacharcaliteraria.com/
    Un saludo.

    ResponderEliminar
  11. Cayetano, me alegra que te haya gustado.
    Muchas gracias por el comentario y por la invitación.
    Un saludo.

    ResponderEliminar
  12. Los recelos llevan a actuar así. Maravillos tu relato, querida Pilar. Dejas como siempre esas ganas de leerte más.

    Mil besitos, preciosa.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Aurora, muy amable haciéndome saber de esas ganas.
      Muchas gracias.
      Besos

      Eliminar
  13. Han perdido la cabeza.
    Realidad y ficción van de la mano en cada uno de sus días.

    Besos.

    ResponderEliminar
  14. Hola Pilar,
    El cuento me ha entusiasmado. Hasta ayer no supe de tu vuelta a los blogs y espero que sea para quedarte.
    Un besote.

    ResponderEliminar
  15. Siempre tan amble, Genma.
    Me alegra mucho que te haya gustado, además de verte por aquí :)
    Besos.

    ResponderEliminar
  16. Asunto jodido, si solo son dos vecinos, y andan a la gresca. Cuando se confunde el tocino con la velocidad como les ha pasado a estos, aveces ya tiene mal arreglo.

    Besos Pilar.

    ResponderEliminar
  17. Es la consecuencia inmediata de cuando uno pierde los papeles: los propios y, si me apuras, los del vecino.
    Cosa habitual...
    Besos

    ResponderEliminar
  18. Hola, Rafa y Pilar, por alguna razón que desconozco, Blogger no me deja responder individualmente.
    Muchas gracias por la visita y por vuestros comentarios.
    Besos

    ResponderEliminar
  19. Realidad y ficción no pueden ir de la mano ya que las consecuencias son nefastas.
    Un abrazo Pilar.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Conchi, así lo entiendo yo también.
      Muchas gracias.
      Un abrazo.

      Eliminar
  20. Este relato me recuerda a Juan José Millás. Sus relatos son de ese estilo, es un escritor al que admiro.

    ResponderEliminar
  21. Bienvenida, Ingeborg, entonces debo entender que te gustó?
    Saludos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Si Pilar, tus pequeñas historias son interesantes con su punto de ironía y su dosis de crueldad.

      Eliminar
  22. Vengo desde el Blog de Gizela y te dejo un fuerte abrazo.
    Escribes muy bonito Pilar.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Bienvenida, Adriana. Es verdad, Gizela me dejó unas lindas palabras y me alegra que te hayan conducido hasta mi espacio y, además, comentaras que te gusta.
      Muchas gracias por todo y otro abrazo para ti.

      Eliminar
  23. Ninguno era sombra del otro de tan iguales que eran.


    Buen relato.


    Un saludo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Puede ser... cada uno en su estilo.
      Muchas gracias y feliz semana

      Eliminar
  24. Por lo que entendido, eran buenos amigos y leían la misma novela, no comprendo que se pueda perder una amistad de esa manera.
    Dices bien en tu comentario, el engalarnos por fuera es solo fachada, opimo como tú todo el cuerpo habla, cada uno a su modo.
    Besos, feliz semana

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Demofila, los seres humanos somos complicadillos, o eso creo...
      Muchas gracias.
      Besos

      Eliminar
  25. Tu relato tan gráfico me ha hecho recordar que en mi casa éramos muy lectores y a veces leíamos el mismo libro a la vez, en diferentes horas. Lo bueno era cuando lo comentábamos y parecía que cada uno había leído un libro diferente.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola Ana María, qué buena costumbre tenían en tu casa.
      Me alegra saber que mi relato te haya traído buenos recuerdos.

      Eliminar
  26. Los dos tan distintos... y tan similares...
    Y desde luego, unidos para siempre... en espejo...

    Magnífico relato, con mucha miga, para releer y encontrar distintas lecturas a cada vez seguramente... Me ha encantado

    Un abrazo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias, Milena. Me gusta saber cuál es la lectura de cada persona.
      Un abrazo

      Eliminar
  27. Respuestas
    1. Hola Kristalle, aunque las aficiones creen vínculos.
      Muchas gracias
      Saludos

      Eliminar
  28. De todo hay en la viña del Señor, y la lectura, elemento imprescindible para el conocimiento, debería ser un nexo de unión y no de distanciamiento. Otra cosa es la inquina que un escritor pueda sentir hacia otro al que considera rival. La historia está llena de personajes que trataban de denostar a sus competidores. Significativa fue la rivalidad entre Quevedo y Góngora.
    Salu2.

    ResponderEliminar
  29. Cierto es que en todas las profesiones hay rivalidades, sutilezas y subterfugios, aunque aquí, en principio, la afición por la lectura fue el elemento unificador.
    Muchas gracias, Alfredo.
    Saludos

    ResponderEliminar